Uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación - TIC

           
Universidad Simón Rodríguez
        Núcleo Zaraza
Compresión y tipos de archivos

Comprimir archivos

Comprimir un archivo es reducir su tamaño para que ocupe menos espacio. Para lograrlo existen los algoritmos de compresión. A continuación tres casos en los que resulta interesante realizar esta operación:

  • Si se quiere copiar un archivo en un pendrive para llevarlo de una computadora a otra, pero el archivo es mayor al espacio del cual se dispone y no cabe en el dispositivo.
  • Si se quiere hacer una copia de seguridad de uno o varios archivos (una buena costumbre). Si se comprimen todos los archivos en uno sólo, la copia de seguridad ocupará menos espacio.
  • Si se quiere enviar uno o varios archivos por Internet. Si están comprimidos el proceso de envío se tardará menos tiempo en enviarlos y por lo tanto, se pagará menos por el tiempo de conexión (si se encuentra en un cyber).

Es importante destacar que se puede aplicar cualquier algoritmo de compresión a cualquier archivo, pero lógicamente no se puede comprimir indefinidamente. Si al comprimir un archivo se obtiene un archivo mayor que el original, es que ya se ha llegado al límite. Normalmente no sirve de nada comprimir un archivo ya comprimido.

Los algoritmos de compresión se pueden distinguir en dos grandes grupos:

  • Algoritmos de compresión sin pérdida: es posible descomprimir el archivo comprimido y recuperar un archivo idéntico al original.
  • Algoritmos de compresión con pérdida: no se puede recuperar el archivo original.

Con pérdida de datos

A primera vista los formatos de compresión con pérdida parecen absurdos, ya que consiguen una gran compresión a costa de la pérdida parcial de información. Evidentemente estos algoritmos no se pueden utilizar en archivos de texto o en programas, en los que al perder información, el archivo puede ser irreconocible o inutilizable. Sin embargo, en el caso de imágenes o sonido, la pérdida de información supone solamente una pérdida de calidad, pero el resultado puede ser utilizado. Normalmente los algoritmos de compresión con pérdida permiten elegir la pérdida de calidad que se está dispuesto a sufrir a cambio de aumentar la compresión. Por ejemplo, los archivos de sonido de calidad CD ocupan aproximadamente 10 MB. El algoritmo MP3, muy popular actualmente, reduce el tamaño del archivo a la décima parte sin que un oído medio perciba pérdida de calidad. En el caso de fotografías el formato de compresión con pérdida más utilizado es el formato JPEG. En el caso de imágenes en movimiento el formato más utilizado es el MPEG-2 (también se está popularizando el formato DiVX, el MP3 de las películas).

Sin pérdida de datos

Los algoritmos de compresión sin pérdida no pueden conseguir tanta compresión como los anteriores ya que tienen la obligación de ser reversibles, es decir, que se tiene que poder obtener un archivo idéntico al original a partir del archivo comprimido. Estos algoritmos se pueden aplicar a cualquier tipo de ficheros (texto, imágenes, etc.). Existen muchos algoritmos de compresión sin pérdida y se distinguen entre ellos por el porcentaje de compresión que pueden alcanzar o por la rapidez en la compresión o descompresión. Los formato más populares son WinZip y WinRar, pero existen otros completamente gratuitos, como 7-zip o IZArc y de calidad similar o incluso superior.

A continuación un video donde se aprecia cómo es el proceso para comprimir y descomprimir un archivo.

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